Villaviciosa y Whitby unidas en defensa del azabache

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Villaviciosa y la ciudad inglesa de Whitby, unidas en defensa del azabache


El Comercio

Sarah Caldwell, Imoguen Redvers-Jones, Alba García, María Pérez, Carmen Valdés y Alejandro Vega, en la visita al Ayuntamiento. / L. I. A.

La presidenta del gremio inglés realiza un estudio sobre las características específicas del lignito según el lugar de origen
LYDIA IS
VILLAVICIOSA
14 julio 2016
Villaviciosa y la ciudad inglesa de Whitby tienen en común una historia vinculada al azabache y, a partir de ahora, un objetivo común: su protección. Sarah Caldwell Steele, geóloga, gemológa y presidenta del gremio de azabacheros de Whitby, ha estado estos días en Villaviciosa para conocer de cerca el trabajo de María Pérez, su homóloga asturiana. El encuentro ha servido para intercambiar ideas y ver cómo se pueden establecer líneas de cooperación para un hermanamiento entre los artesanos de ambas ciudades.
«Ha sido muy enriquecedor y nos sentimos muy identificados con ellos, tenemos los mismos problemas de intrusismo y de escasez de material», apuntó Pérez. Sarah viajó acompañada de Imogen Redvers-Jones, la única joven aprendiz con la que cuenta el gremio de Whitby. «Me interesaba conocer cómo se trabaja la talla y el pulido del azabache en Asturias porque son técnicas que queremos recuperar», explicó.
Acelerador de partículas
Por su parte, Sarah está realizando un estudio sobre las características específicas del azabache según el lugar de origen y sus diferencias con el de Whitby. De hecho, hace unos días pudo analizar 96 muestras con el acelerador de partículas que tiene el Museo del Louvre, en Paris. «El azabache de Villaviciosa y el de Whitby tienen una composición química diferente, pero son muy similares al trabajarlos y ambos tienen gran calidad», destacó.
Las artesanas visitaron ayer el Ayuntamiento maliayo, donde se reunieron con el alcalde, Alejandro Vega, que señaló que «el encuentro es de máximo interés para reactivar el sector y pensar en proyectos de cooperación a través de la historia que tenemos en común».
Fuente: El Comercio