El último minero

El último minero

11 Septiembre 2009
Último minero, último azabache
Cuándo las quejas se convierten en mantra. Ésta es la situación. Llevamos años, algunos azabacheros, quejándonos, advirtiendo, exigiendo,..; aportando en definitiva, que es lo que en cualquier sociedad civilizada deben hacer los ciudadanos. Nos quejábamos de que teníamos poco azabache. Advertíamos de que para Tomás Noval, el último minero, también pasaban los años. Nos quejábamos y advertíamos de la entrada de “azabaches” y lignitos de otros lugares. Quejas y advertencias: “Que viene el lobo con la muerte en el lomo, con alforjas de azabache de otros lares”. Y no existió mastín administrativo para impedir su paso.
La figura de Tomás Noval fue vendida durante más de treinta años como la de “el último minero”. Formamos parte de una comunidad gobernada por políticos, y funcionarios, que promocionaron durante más de treinta años algo tan poético como esto y no tomaron ninguna medida. Ya en los primeros tiempos de la Democracia, tuvimos una reunión con Mari Paz Fernández Felgueroso, consejera entonces de Industria, en la que ya se planteaba la gravedad y urgencia del tema. Ahora estamos sin Tomás Noval y sin azabache.
No es la primera vez en la historia en la que la azabachería y el comercio del azabache flaquean, pero nunca como en ésta, en la que no hay ni minero ni mina, y sí un mercado enorme, y otro potencial, en el que, con las aguas tan revueltas, están haciendo caja los furtivos que venden “azabaches” turco, caucásico, chino, polaco, de Teruel,…, diciendo que se trata de Azabache Asturiano. Es normal que, ante una situación grave por la falta de azabache de aquí, algunos azabacheros, nada respetuosos con la cultura y la identidad asturiana, opten por trabajar azabaches y lignitos (de pésima calidad) de otros lugares. Compran barato, en bruto y manufacturado, y lo convierten, como magos, en azabache asturiano y a precio de éste, naturalmente. Negocio redondo. Joyerías y tiendas de artesanía repletas de “azabache asturiano”. Fraude. Fraude.
Ante esta situación el cliente debe exigir al vendedor que le garantice por escrito que lo que le vende es azabache asturiano. Que el vendedor aporte sus datos fiscales e identificación. Es posible, mediante análisis, diferenciar el azabache asturiano del resto. El que cometa fraude que se atenga a las consecuencias.
Pero, en la teoría, todo va bien. Estamos en el proceso de apertura de una mina, posiblemente en el plazo de un año, como si algún ser vivo pudiese estar un año sin alimentarse. Previamente a este nuevo proceso se han hecho los trabajos de investigación, obligatorios siempre antes de la apertura de una mina. En la práctica se sabía que había azabache, pero la ley obliga. Se aprovecharían entonces los trabajos de investigación para sacar azabache, medida urgente que evitaría una situación catastrófica. Pero, llegado el momento, esto no se hizo, y simplemente se cumplió con la normativa de investigación. Expedientes cubiertos. Todo legal.
También comienzan ahora los trámites para la Denominación de Origen del Azabache de Asturias. Estará listo dentro de tres años. ¡Con qué ligereza hablan algunos mortales de los días y los años! Que si Azabache de Asturias, que si del Jurásico de Villaviciosa, que si del Jurásico de Asturias,…, que sí, que no. Estamos en este campo de flores que tanto gusta a algunos políticos, o en ese árbol con columpios para jugar y ramas por las que andarse. Si la solución es sencilla: sacar azabache, y después de tantos años no se hace, lleva a pensar que, acostumbrados todos como estamos a las grandes obras, con grandes movimientos de dinero, de personas, de macroproyectos adornados de periodos de exposición, alegaciones, y toda esa parafernalia que siempre dio sentido a los poderes, quizá encaje más en esta “filosofía” vender la imagen del “último minero”, de la escasez del azabache, de la artesanía en peligro de extinción, para, agotada esa fase, pasar a la nueva de la Denominación de Origen, apertura de la mina, etc, etc. Cuestiones que alimentan la opinión superficial. La sensación de que algo importante se está llevando a cabo, y que alejan la atención del problema real: no tenemos Azabache de Asturias.
Estos próximos años pasaran a la historia del azabache como aquellos en los que: la Universidad de Oviedo, el Gobierno del Principado de Asturias, el Local de Villaviciosa, la empresa minera Garaysam, consiguieron la denominación de origen del Azabache de Asturias, del Jurásico de Asturias, o del de Villaviciosa; consiguieron la apertura de la mina, del Museo del Azabache, de la Escuela de Azabachería, etc etc. Lo que no va a contar la historia es que los verdaderos protagonistas de ella, los azabacheros de verdad, caímos en la absurda batalla sin haber tenido la oportunidad de enseñar nuestro oficio a futuros artesanos.
El potencial de la Azabachería es inimaginable. Los que vivíamos de esto sabemos de qué hablamos. Se puede vivir dignamente trabajando y vendiendo azabache. En el instante en que salgan de la mina los primeros trozos de azabache, existirá la posibilidad de enseñar el oficio, en sus distintas variedades, a las personas que están esperando para aprender y montar sus propios talleres. Creación de empleo real. Llevamos muchos años repitiendo lo mismo. A partir de ahora será tarde. Cuando las quejas se convierten en mantra.
¡Gobierno del Principado de Asturias! Reacciona ante esta situación. Busca la forma de que salga azabache ya. Cumple con tus obligaciones. No tenemos azabache de aquí. Dentro de un año algunos ya no estaremos en este oficio. Sentido común.

Eliseo Nicolás Alonso (Lise)
Presidente de la Asociación Acebache